Sí, Richard Nixon departiendo en Madrid con Francisco Franco, nuestro anterior Jefe de Estado. Si visitó a Mao, ¿por qué no a un líder del conservadurismo católico europeo? Dick creía en la realpolitik, y ejercía sus creencias, como un buen cristiano.
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1 comentario:
Para un hombre sencillo como Nixon, visitar a un dictador de mesa camilla como nuestro Francisco Franco siempre es más placentero que ir a ver al Sha de Persia, con toda su parafernalia y los elefantes y las bailarinas. La comodidad también cuenta en la diplomacia.
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