lunes, 18 de junio de 2007

Nixon y la luna


Nixon y los astronautas del Apollo XI: un conspirador y sus peones? La llegada a la luna fue una promesa de Kennedy, ese pijo. Dick no iba a ser quien fracasara e incumpliera la promesa del trigésimo quinto Presidente de la República. Funcionaba el programa Apollo? No, en serio. Es un viejo lugar común, lo sé, pero es tan tentador. Si todos asumimos que Dick devolvió Laos a la edad de piedra a golpe de B-52, por qué no intentar imaginar cómo pudo planear una conspiración con la NASA. Y eso es lo bueno de Nixon para sus contrarios, la idea extendida de que todo con él es posible -malo, por supuesto-.

2 comentarios:

Manuel Arias Maldonado dijo...

¿Ya no se emplea el primer signo de interrogación en el castellano, o es una prerrogativa de los nixonianos? Pregunto.

Haldeman dijo...

Es una prerrogativa presidencial, y un rasgo que caracteriza a los perezosos, algo de lo que siempre se me ha podido acusar.
Ánimo, grumete.